7 de marzo de 2012

Y aún tiene los cojones de decir que no le esperaba


Siempre se ha dado el caso de una persona que espera a otra, pero nunca de tal modo.Ella lo esperaba, esperaba que regresase después del fallo, esperaba sola, sola en el medio de un gran desierto.Sin rumbo fijo caminaba rutinariamente, día tras día. Parecía mentira que un cuerpo tan pequeño pudiese albergar tanto echar de menos,pero así era. Guardaba bajo llave el ánimo por los suelos, y levantaba sus penas con tacones y la ayuda de una botella de tequila."Nada de darse por vencida", se decía. Y no se cansaba de parecer fuerte, de que otros olisen la colonia que tanto le gustaba a él, de no ser ella... completamente.Pero entonces fue cuando ocurrió. Como una sonrisa en el medio de un llanto, como la primera copa de fiesta, como un soplo de aire fresco. Cuando más lo necesitaba, cuando comenzaban a derrumbarse los pilares, aparece él.En ese momento se cruzan las miradas y se examinan, todo sigue igual. Se olvida el pasado, los fallos, y el futuro ya no importa. Únicamente existe aquél momento. Habia vuelto, eso era un claro te perdono. Había vuelto, demostrándome que siempre vale la pena arriesgar. Así es, me había hecho saber de la mejor manera que estaba ahí, con intenciones de estar cada vez más cerca...

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