No decidimos nada.

Siempre me he preguntado el por que tenemos que buscar a alguien con quien compartir nuestra vida, alguien al que proteger, querer y darlo todo sin recibir nada a cambio; pero ¿Por qué?¿Por qué llega un día en el que vas por la calle, al instituto y empiezas a ver a esa persona con otros ojos? Si, vale, te llenas de esperanzas, dices que todo tiene sentido, recuerdas todos los momentos 
que has vivido con esa persona solo contándola como una mas, pero ahora es diferente, ahora si hay 40 personas para elegir tu lo eliges a el, y si no puedes no eres feliz... te vuelves celosa, obsesionada con esa persona, dejas a tus amigos de lado por estos sentimientos que han brotado de tu interior... y...¿Y luego? hay dos caminos:
O eres la persona mas feliz de todas viendo como tu eres la persona que el ha escogido para ser feliz, te levantas con ganas de comerte el mundo todos los días, inventándote el sol si el día es nublado y queriendo que nunca acabe esto.
o Llevarte una decepción, una desilusión y asumir que todo lo que pensaste era una simple ilusión... algo que te hizo feliz pero que ahora te come por dentro y no puedes hacer nada por ello
La lastima de todo esto es que nosotros ni decidimos el camino, ni decidimos sentir lo que no queremos sentir.